miércoles, 30 de noviembre de 2011

Quien no daría algo por volver a ser niño, cuando todo pasaba, cuando no te judgaban o quizá si y te hacían caras y tú ni te dabas cuenta.
Por que cuando se es niño no se sabe guardar rencor ni odio, al contrario; hasta vuelves a perdonarlo y le das a tu amigo un pequeño lametazo de tu caramelo. Cuando odiabas comerte aquel plato de verduras y tu mamá ahí estaba insistiéndote en que te harías bien, y tú ni caso, pero hoy le estas agradecida por eso. Cuando todo parecía de maravilla porque no tenías preocupaciones. En fin, todos debemos tener la risa de un niño y la mirada llena de ternura cuando algo queremos...


¿Te gustaría ser niño? A mi sí.